Creamos un lugar espacioso, un tiempo que se abre a la percepción, al encuentro, a la conexión.
Nos fortalecemos a través de las herramientas que el Yoga nos proporciona:
ÁSANA: Técnicas psicocorporales
PRÁNÁYÁMA: Respiratorios bioenergéticos
MANTRA: Vocalizaciones/ Sonidos
SHAT KARMA: Técnicas de limpieza interna
YOGANIDRA: Relajación, Visualización
SAMYAMA: Concentración/ Meditación
La combinación y la intensidad de cada una de estas técnicas conforman una alquimia que genera un hilo de conducción hacia nuestra esencia, hacia lo más profundo que somos. Esta alquimia es única en cada clase, en cada encuentro.
Las clases son armadas teniendo en cuenta las características del grupo y las características de cada uno, realizando así un trabajo totalmente personalizado en el cual la compañía de los otros miembros del grupo y la orientación que el instructor va dando crean el ambiente y el soporte para lanzarnos al trabajo interior, para autotransformarnos en un sentido que nos realice.
El espacio entonces está abierto con la idea de que sea cada vez más espacioso, más amplio. Este espacio representa nuestro espacio interior y nos invita a limpiarnos de viejos condicionamientos para estar abiertos a lo nuevo, a lo que nace permanentemente en nosotros como expresión de lo que esencialmente somos.
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Nos fortalecemos a través de las herramientas que el Yoga nos proporciona:
ÁSANA: Técnicas psicocorporales
PRÁNÁYÁMA: Respiratorios bioenergéticos
MANTRA: Vocalizaciones/ Sonidos
SHAT KARMA: Técnicas de limpieza interna
YOGANIDRA: Relajación, Visualización
SAMYAMA: Concentración/ Meditación
La combinación y la intensidad de cada una de estas técnicas conforman una alquimia que genera un hilo de conducción hacia nuestra esencia, hacia lo más profundo que somos. Esta alquimia es única en cada clase, en cada encuentro.
Las clases son armadas teniendo en cuenta las características del grupo y las características de cada uno, realizando así un trabajo totalmente personalizado en el cual la compañía de los otros miembros del grupo y la orientación que el instructor va dando crean el ambiente y el soporte para lanzarnos al trabajo interior, para autotransformarnos en un sentido que nos realice.
El espacio entonces está abierto con la idea de que sea cada vez más espacioso, más amplio. Este espacio representa nuestro espacio interior y nos invita a limpiarnos de viejos condicionamientos para estar abiertos a lo nuevo, a lo que nace permanentemente en nosotros como expresión de lo que esencialmente somos.
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